La revolución China fue un acontecimiento mundial que hizo temblar a todos los países de su alrededor, incluso, a la propia ex-Unión Soviética la cual llevaba muchos años aplicando el sistema socialista en todos sus satélites. En ese período, se comenzaban a entrelazar las distintas ideologías que provenían del mundo marxista y las costumbres del pueblo chino alrededor de los años sesentas.
Quisiera aclarar que éste no es un ensayo propiamente tal, mas bien, es una traducción que hice de un libro que se llama ''Moravia: the red book and the great wall '', su traducción; ''Moravia: el libro rojo y la gran muralla china''. Hice la traducción al español (el libro está en inglés) solamente de la introducción, que de por sí, es tremendamente interesante. Como anécdota, recuerdo haber encontrado éste libro en una pequeña librería cerca del Parque Almagro en San Diego. Estaba comprando libros acompañado de mi padre y lo encontré entre muchos otros que me llamaban la atención, pero algo me incitaba fuertemente a leer éste libro.
Los temas tienen que ver con la situación de China en los años sesenta y cómo se trataba el concepto de pobreza. Un libro como pocos, muy difícil de encontrar y también difícil de comprender, pero que sin dudas, deja mucho en que pensar.
INTRODUCCIÓN
B: Entonces ¿has estado en China?
A: Sí, He estado en China.
B: ¿Qué te impactó mas en China?
A: La pobreza.
B: ¿La pobreza?
A: Sí, la pobreza.
B: ¿Son pobres los chinos?
A: Por los estándares occidentales, muy pobres.
B: ¿Qué impresión causo a usted esa pobreza?
A: Alivio.
B: ¡Señor! por lo que yo sé, la pobreza significa degradación y frustración. En vez de eso, ¿usted siente alivio? ¿Como puede ser así?
A: Así lo siento. Estoy seguro de eso: no se puede errar sobre lo que se siente. Lo sentí todo el tiempo que estuve en China. Pero usted pregunta por qué yo lo sentí. No había pensado sobre eso. Intentaré pensar sobre eso y luego le daré una respuesta.
B: En el mundo occidental la pobreza no inspira alivio. Por el contrario, inspira un sentido de opresión y voluntad de rebelarse. Mire a los Negros Americanos, por ejemplo, incendiando sus guetos.
A: En los Estados Unidos hay pobres y hay ricos. Los pobres son pobres porque hay ricos, y los ricos son ricos porque hay pobres. En China solamente hay pobres.
B: Ya veo, todos son pobres en China. Debería haber pensado en eso.
A: Si, todos. Pero llamarlos pobres es inexacto. Se debería llamarlos de otra manera.
B: ¿Por ejemplo?
A: No puedo dar un ejemplo. No existe la palabra todavía para describir a un hombre pobre en sus propios términos, sin compararlo con un hombre rico.
B: ¿Entonces, China es pobre?
A: Yo lo llamaría pobreza sin riqueza. Es decir, si tu miras de cerca, es la condición normal del hombre.
B: Explíquese.
A: Es muy simple. El hombre nace destituido de todo, desnudo como las bestias en el bosque. En el nacimiento el hombre no es todavía hombre. Para convertirse en uno debe proveerse de las cosas que lo hacen ser un hombre. En otras palabras, en lo que distingue a un hombre de un animal. Y esto es porque el hombre es casi completamente un animal como todos los otros, a tal grado que con frecuencia se puede preguntar si vale la pena convertirse en hombre. Ahora, Es necesario convertir a un hombre dentro de los límites de la pobreza; mas bien, la pobreza en sí misma, nada más y nada menos.
Mas allá de estos límites comienza la riqueza, lo que equivale a decir, lo superfluo. Pero la pobreza es la condición normal del hombre, porque al riqueza, la cual es superflua, no hace mas a un hombre que la pobreza.
B: Para ser rico entonces, de acuerdo con usted, ¿sería una condición anormal del hombre?
A: Anormal, por lo tanto, inhumana.
B: ¿En que consiste esta inhumanidad?
A: Consiste en atribuir una función expresiva a todo lo que es superfluo.
B: ¿Lo superfluo no es expresivo?
A: Obviamente no. De otra manera, esto no sería superfluo.
B: Cuénteme. ¿Cuando este hombre va más allá de lo necesario, lo que es, lo humano, y entra en lo superfluo, lo que quiere decir, lo inhumano?
A: Miremos a China nuevamente. Los chinos , juzgando de lo que uno puede ver en las calles, poseen lo necesario, pero no lo superfluo, por lo menos ahora. Ellos son pobres, como ya lo he dicho. Nadie podría dudar que su humanidad está completa, pero carece de algo que podría ser obtenido a través de la riqueza, lo que quiere decir, superfluo. Yo estuve en China 30 años. En ese entonces habían chinos pobres quienes tenían apenas lo suficiente y chinos ricos quienes vivieron en lo superfluo. Los primeros fueron degradados y los últimos fueron inhumanos. Tan pronto como los ricos y su superfluidad desapareció, el pobre de repente se convirtió en humano otra vez, aunque ellos continuaron teniendo lo apenas suficiente.
B: Sigue habiendo allí algo alegre y vital sobre la abundancia. Lo que llamas ''necesario'' puede ser humano, no estoy diciendo que no lo es. Pero es triste.
A: No hay abundancia en el mundo moderno. Lo que hay es producción, lo cual no es alegre o vital.
B: ¿Cual es la diferencia entre abundancia y producción?
A: Abundancia es un regalo de la naturaleza que no cuesta trabajo, dinero, o tiempo. No está dirigido al consumo, sino a la imaginación. Producción, al contrario de abundancia, cuesta trabajo, tiempo y dinero, y por lo tanto nunca es abundante. Es simplemente repetitivo, lo cual quiere decir, que consiste en la multiplicación de un solo producto de gran consumo.
B: Puede ser, pero tiene que admitir que los chinos, si usted fuera a contarles a ellos que su pobreza es la condición normal del hombre, podrían protestar. Probablemente la mayoría de los chinos quieren ser menos pobres -dentro de los limites y medios del comunismo, por supuesto- incluso ricos.
A: Puedes estar en lo cierto. Pero estoy hablando de la China como es ahora, formulando la riesgosa hipótesis que no tendrá cambio. En otras palabras, para mi China hoy es una utopía que ha sido alcanzada, quizás involuntariamente, quizás oportunamente, no hay diferencia. Esta es alcanzada y la tomo como un ejemplo en mi argumento. Luego, quizás, China se convertirá en un país como todos los otros incluyendo los países comunistas de la persuasión soviética, en los cuales hay pobres porque hay ricos y viceversa. Pero por ahora, hoy, China es un país pobre sin gente rica, quiere decir, un país en el cual la pobreza es sinónimo de normalidad.
B: Ya veo, entonces la producción y el consumo más allá de lo necesario son inhumanos. ¿Pero quien decide que es lo necesario para el hombre y quien no?
A: El mismo hombre, En otras palabras, el sentido común.
B: Han habido períodos en la historia donde para ser hombre se tenía que, sobre todo, poseer y mostrar lo superfluo. El renacimiento, por ejemplo. ¿Que dice con respecto a eso?
A: Yo digo que los períodos en la historia no me interesan en lo absoluto, ni la historia en general. Lo que me interesa es el presente.
B: Vamos a hablar del presente, entonces. Repito: ¿Quien decide donde lo necesario, o lo humano y normal, termina, y donde lo superfluo, o inhumano y anormal , comienza?
A: Ya se lo he dicho. Sentido común.
B: Usted tiene mucha confianza en el sentido común.
A: Si, yo creo en el sentido común de la gente común. La cual, hasta donde las cosas de este mundo son interesantes, no es como una pregunta de inteligencia como lo es -¿como puedo decirlo?- una pregunta de hambre y falta de apetito, o diversión y aburrimiento, o deseo y gratificación y así sucesivamente. Los días de la gente común, se crean con el sentido común, van a aburrirse de ser inhumanos o, más bien, de ser continuamente deshumanizados por la riqueza. Entonces, se desharán de esta, incluso si los filósofos o fabricantes de lo superfluo les dijeran que ellos están mal.
B: ¿Cómo el sentido común actúa encarando a al riqueza? Quiero decir, como el sentido común logra deshacerse de la riqueza?
A: Encarando a la riqueza, el sentido común actuará de alguna manera automáticamente. Habiendo alcanzado la cima de la inhumanidad, el hombre querrá ,y se convertirá en pobre.
B: ¿Automáticamente? Los automatismos de los hombres son en realidad largos, tortuosos, difíciles y costosos procesos.
A: Esté será un proceso humano. El hombre es lento.
B: ¿Y que hará el hombre para convertirse en pobre de nuevo, después de haber sido rico?
A: Él no lo hará.
B: ¿Que significa eso?
A: Significa que él no consumirá, y consecuentemente no producirá, mas que lo necesario.
B: Pero el hombre desea producir y desea consumir.
A: ¿Que hombre?
B: El hombre. El hombre en general.
A: No sé nada sobre el hombre en general. El hombre de hoy, si -como tu dices, el desea producir y consumir. Pero el hombre del mañana podría ser completamente diferente.
B: Vamos a lo concreto. Vamos a hablar sobre la riqueza y la pobreza actual, la que se puede ver en el mundo de hoy. ¿Donde esta la mayor pobreza humana hoy?
A: En China, en mi opinión. En China, ahora, en este momento. No hay certeza de que China desee o pueda transformarse en una realidad duradera como la utopía que temporalmente representa hoy. En otras palabras, no hay certeza de que mañana China esté como hoy. Para que las utopías sean realidades, estas deben durar.
B: Ahora cuénteme, ¿donde está la mayor riqueza inhumana hoy?
A: Hoy, en occidente, en mi opinión.
B: Vamos a poner las cosas en orden. Primero que todo, vamos a hablar sobre China. Supongamos que la utopía de la pobreza, como usted la llama, se vuelve permanente, para usar sus palabras, se convierte en una realidad permanente. ¿Como China logrará éste resultado?
A: Ellos simplemente deben continuar con lo que están haciendo.
B: Pero usted sabe muy bien que los chinos deben transformar China de un país campesino a un país industrial. Entonces su pobreza no es nada mas que el resultado normal de inversión del capital requerido para completar la revolución industrial.
A: Lo sé. Los chinos están haciendo hoy lo que los rusos hicieron cuarenta años atrás y el occidente un siglo atrás.
B: Ahora supongamos que la revolución industrial es alcanzada, los margenes de beneficios son acumulados, y que las inversiones se continuamente menos necesarias. ¿Que harán los chinos entonces con este capital que continuamente se irá acumulando? Ellos tendrán que incrementar el salario y crear industria ligera y consumir bienes, de este modo los salarios pueden ser utilizados. Y ahí tiene usted, China será un país como cualquier otro; se volverá rico.
A: Sí, eso es cierto. Pero olvidas que estábamos hablando de utopía. Hay una utopía en China o, más bien, hay un intento de transformar la utopía en historia. La utopía obviamente lidera a las soluciones utópicas.
B: Realmente tengo curiosidad por saber que soluciones utópicas podría encontrar China para permanecer pobre incluso siendo rica.
A: Primero que todo, la utopía debe volverse consciente. Una vez que esta consciencia haya sido creada, la solución será crear riqueza haciéndola pecaminosa, culpable, criminal.
B: La cristiandad trató hacerlo, sin alcanzar resultados alentadores.
A: Sin embargo, la cristiandad logro por unos pocos siglos exaltar la pobreza como un estado ideal. Incluso hoy esto sería un logro considerable. Usted debe recodar que yo no estoy hablando en términos absolutos sino relativos, sin ir fuera del espacio y tiempo pero en relación al tiempo y el mundo en el cual estamos viviendo. Debo admitir que la marca de el fracaso es claramente evidente en el adjetivo ''ideal'', el cual se define la condición propuesta por la cristiandad. No, esta vez, esto no será suficiente para avanzar en la pobreza como estado ideal. En vez de eso, esta debe convertirse en única, real, como un estado normal del hombre.
B: Y ahora ¿como pasará todo eso?
A: La primera vez en su muy corta historia, la humanidad tendrá la oportunidad de ser totalmente rica, para disfrutar todo lo que es superfluo. No solo una parte pero esta vez toda la humanidad sabrá que es ser rico. De este modo, cuando toda la humanidad haya probado la inhumanidad de la riqueza, ésta deseará ser pobre.
B: Aceptemos eso por el momento, aunque al menos ahora, dos tercios de la humanidad no solo están lejos de ser ricos, sino que son ellos tan pobres que no tienen lo suficiente ni para comer. Pero vamos a aceptarlo. La riqueza será considerada pecaminosa, culpable , criminal. Pero habrá riqueza en las tesorerías estatales. ¿Que pasará entonces?
A: Lo he pensado. ¿Alguna vez ha escuchado sobre los faraones?
B: ¿Que tienen que ver los faraones?
A: ¿Alguna vez se ha preguntado por que las pirámides son tan grandes, toman mucho tiempo, mucho trabajo y mucho dinero?
B: Cuénteme, ¿porqué?
A: Porque, en mi opinión, fue necesario que el hombre no tenga sino lo esencial. Todo lo demas era destruido. La pirámide en tiempos de paz es lo que la guerra es en tiempos de guerra. Algo que sirve para destruir la riqueza y mantener al hombre pobre.
B: ¿Pero donde están nuestras ''pirámides''?
A: Nuestras pirámides son proyectos científicos para la conquista de Marte o Venus o la luna, para viajar a través del espacio cósmico. Estos proyectos científicos, a causa de sus gastos desmesurado, el vasto numero de hombres que emplea, y la enorme fatiga que aquello involucra, son el exacto equivalente a las pirámides. Ademas, la pirámide no fue un absurdo capricho de una teocracia déspota. Era el punto central, el centro de una civilización completa. De la misma manera que nuestros vuelos interplanetarios lo son ahora.
B: Pero los Estados Unidos, para tomar un ejemplo, hacen guerra y al mismo tiempo tienen sus pirámides, quiero decir, sus proyectos para la conquista interplanetaria, y aún así es rico.
A: Los Estados Unidos son ''provisionalmente'' ricos, como China es ''provisionalmente'' pobre. Y como to usaba a China como ejemplo de pobreza, quiere decir, normal y humano, humanitario, entonces yo uso a los Estados Unidos como ejemplo de pobreza, quiere decir, anormal e inhumano.
B: ¿Los Estados Unidos o el occidente en general?
A: Los Estados Unidos como un típico país occidental. En realidad occidente.
B: ¿No piensa usted que el occidente siempre será rico?
A: Ciertamente no. De hecho, esta haciendo todo lo que se necesita para ser pobre. Vamos a poner el futuro aparte. Tomemos el presente. Veamos porque la riqueza es inhumana y anormal.
B: Hagamoslo.
A: Tome cualquier individuo que quiera convertirse en rico por inventar algo nuevo y absolutamente superfluo. Por ejemplo, un zapato que toca una melodía a cada paso cuando se camina. ¿Qué hará el inventor de un zapato como éste, fabricándolo en serie y venderlo al público en general?
B: No lo sé. Publicidad, me imagino.
A: Correcto, publicidad. En otras palabras, el crea una demanda por un zapato musical, una demanda, apropósito, que no existe hasta que el zapato es puesto a la venta. Ningún fabricante, sin embargo, va a decir; ''Estoy vendiendo algo que usted no necesita.'' El siempre dirá: ''Estoy vendiendo algo que usted no puede hacer sin esto.'' Ahora, esta transformación de lo superfluo a lo necesario, es el proceso que crea al así llamado consumidor.
B: Hay consumidores por todos lados. Incluso un chino, cuando compra un par de pantalones, es un consumidor.
A: No, el no es un consumidor. El es un hombre que compra una prenda que es necesaria, acorde a la idea de que él tiene una prenda para cubrir su piernas, su barriga y así sucesivamente.
B: ¿Que es lo que trata de decir?
A: Lo que estoy diciendo es que el consumidor es un intestino.Es decir, una criatura similar a aquellos simples organismos que tienen solo una boca, intestinos y ano. Estos organismos no hacen nada mas que ingerir, digerir y descargar.
B: Pero el consumidor chino de los pantalones es también un intestino, por lo menos en lo que la producción de pantalones concierne.
A: Hay una diferencia. El consumidor es un intestino no simplemente porque consume, sino porque esta convencido, como aquellos imples organismos, que su función es consumir. El chino, pobre compañero, compra sus pantalones, de lo contrario, a fin de no estar desnudo. El consumidor esta listo para cualquier tipo de consumo de la misma manera que el gusano esta listo para cualquier tipo de tierra que pase a través de su tubo digestivo.
B: ¿Y eso es un consumidor? ¿un gusano?
A: Si la palabra ''intestino'' y ''gusano'' le molestan, por cualquier connotación moralista que ellos parezcan tener, digamos que el consumidor es meramente una conexión perdida entre la producción y el consumo. Una conexión humana, nada mas que una conexión. De igual manera, el productor es la conexión entre el consumo y la producción. El productor y el consumidor entonces representan una extremidad delantera y la otra posterior del mismo gusano.
B: Productor y consumidor, ¿nada más? ¿No un doctor, un artista, un trabajador, un campesino? ¿Nada sino un productor y consumidor?
A: Las palabras ''producción'' y ''consumo'' cubren todos los productos y su venta, incluso lo mas cultivado y extravagante.
B: De este modo ¿el hombre occidental piensa nada mas sino producir y consumir?
A: Eso es.
B: ¿Y él no piensa en sí mismo?
A: Este ''yo''del que hablas no existe. O más bien solamente existe en períodos alterados de producción y consumo. Pero, fundamentalmente, es el consumo lo que caracteriza al consumidor (no existe un productor que no consuma, de otra manera el moriría de hambruna; pero el consumidor que no produce existe -¡y como existe!- en todos los países, sea capitalista o comunista), digamos queel fin de la civilización moderna es el consumo, quiere decir, excremento.
B: ¿Excremento?
A: Excremento, en otras palabras, la descarga del cuerpo de todo lo que permanece después de la digestión. Se consume todo lo que se pueda y en las mas grandes variedades: el ideal del consumir es el consumo y se esfuerza por llevar a cabo su ideal. Pero el resultado final es excremento. La civilización del consumo es excremental. La cantidad de excremento descargado por el consumidor es en realidad la mejor prueba de que el consumidor ha consumido
B: Bien. Es una metáfora, y en dudosa también. Queda por ver si esta puede extenderse mas allá de su significado literal. Hay otras cosas aparte de la comida en este mundo.
A: La metáfora es igualmente valida para todo lo que no es propiamente alimento sino también para todo lo que es consumido. Sobre todo, es valida para la producción industrial en general.
B: ¿Y como es eso?
A: En las ciudades modernas la producción y el consumo, es decir, el alimento industrial y su excremento residual, están siempre en una proximidad cercana, como las casas modernas la cocina siempre está al lado de el baño. Vaya afuera del centro de la ciudades. Usted verá las fábricas con sus grandes cobertizos y sus altos hornos donde los bienes son producidos. Y no lejos de las fábricas el desolado terreno donde los restos y deshechos son arrojados. La ciudad ha consumido el producto, lo digiere, y defeca el resto.
B: No hay una producción industrial en una ciudad moderna. Hay muchas cosas; cultura, por ejemplo.
A: Ciertamente hay cultura. Librerías, puestos de periódicos, películas, televisión, radio. Condensación de libros, revistas ilustradas, libros de bolsillo, enciclopedias, antologías, traducciones,. Pero esta cultura consumida es consumida de la misma manera que el producto industrial lo es. Es ingerida, digerida y descargada en una inmensa cantidad de banalidad excremencial. Los omnívoros consumidores de cultura no son nutridos por la cultura. Ellos consumen y dejan, en un sentido cultural, perpetuamente sobre nutrido. El consumo cultural no produce nada, sino excremento cultural, nada más.
B: Pero no cree usted que todo esto... ¿Como podría decirlo? ¿un poco esquemático?
A: Ciertamente lo es. Pero asi es el mundo moderno de la producción y el consumo. Detras de una aparente variedad se esconde una sola idea, o más bien, un solo motivo.
B: ¿Cual es ese? ¿La idea de lucrar?
A: No, no es la idea de lucrar. Es algo diferente. Una nueva, o más bien, un nuevo motivo que no existía antes.
B: Esta despertando mi curiosidad. ¿Que es?
A: En una circulación muy rápida de dinero que acompaña al ciclo de producción y consumo, lucrar es secundario: no es mas grande que un fin sino solamente un medio de asegurar continuidad al ciclo. No no es el lucro el origen de la maquina excremental de la industria consumidora, sino algo más.
B: ¿Qué?
A: Es difícil de definir. Se podría llamar una voluntad de potencia. En realidad, estaría mas cerca de la verdad llamarlo miedo a la impotencia. ¿Que es potencia en una civilización industrial? Es la facultad productiva, quiere decir, fundamentalmente una imitación de la naturaleza. La naturaleza es potente en la medida como la produce incesantemente y sin límites; el hombre natural es potente en la medida que él es prolífico. Así la potencia en la civilización de producción y consumo consistirá, por supuesto, en producir tanto como sea posible. En este sentido el proceso productivo toma precedencia sobre el proceso de consumo. Es evidente, sin embargo, que sin consumo no podría estar la producción.
B: ¿Que significa esto? ¿Que la civilización industrial esta compitiendo con la naturaleza?
A: Si, eso es exactamente lo que estoy diciendo. El miedo de la impotencia y la satisfacción de potencia que lleva a un fabricante de autos producir grandes números de autos últimamente comparte el mismo impulso creativo ciego que cada año hace la sardina poniendo millones de huevos, eso es traer al mundo millones de potenciales sardinas. Afortunadamente los huevos son consumidos por otros pescados, quienes, sucesivamente, ponen millones de huevos para el consumo de otros pescados y así. La civilización industrial es una copia exacta de esta incesante proceso productivo de la naturaleza. Y, naturalmente, este intenta obtenerlo fuera de tiempo, fuera de la medida de la vida humana, por una alternación perpetua de producción y consumo, el cual es básicamente el equivalente a la eternidad natural. Pero hay una diferencia entre industria y eternidad natural.
B: ¿Cuál es la diferencia?
A: La naturaleza no sabe lo hacen con ella y quizás por esa razón lo hace muy bien. La civilización industrial, sin embargo, tiene un momento, solamente un momento, de conciencia, y eso es suficiente para hacer perder su carrera con la naturaleza.
B: ¿Y cual es ese momento de conciencia?
A: Ese momento cuando el hombre, la indispensable conexión entre la producción y el consumo, se ve a sí mismo, En otras palabras, se contempla. Y rehúsa la eternidad que la industria le ofrece. Se ve a si mismo... y se da cuenta de eso, si bien es correcto que la naturaleza debe producir y consumir por toda la eternidad, la humanidad no es obligada a producir o consumir sin limites pero más bien a expresarse a si misma dentro de los limites, limites establecidos por si mismo en un espacio y tiempo.
B: ¿Esta es la diferencia entre naturaleza y humanidad? Uno produce y consume, y el otro se expresa a sí mismo?
A: Si así es como pienso que es.
B: ¿Pero no puede esa auto-expresión ser alcanzada simplemente por producción y consumo y nada más?
A: Ya hemos dicho que la civilización industrial es excremental, y su fin debe ser el excremento. Ahora ¿Qué hace el hombre cuando defeca? ¿Se expresa a sí mismo, quizás.?
B: No, yo no debería decir eso. El se alivia a sí mismo, en todo caso.
A: Bien, el se alivia a si mismo. Es decir, el se hace a sí mismo para consumir nuevamente. Éste alivio es el acto de la defecación. Pero está también el hombre que produce y consume demasiado, el que tiene indigestión. En ese caso, tenemos un purgativo. Guerra , en otras palabras. En la producción, el ciclo de consumo de guerra parece indispensable e inevitable para aliviar la constipación periódica de una sociedad de consumo y producción. Durante una guerra, de hecho, el consumidor pacífico es remplazado por el soldado, cuyo consumo es excepcionalmente intenso, vasto, rápido, y variado. Mucho es lo consumido en tiempos de guerra en un año. Finalmente, el soldado, no satisfecho con consumir bienes y riqueza, consume vidas humanas, primero aquellos que son enemigos y luego a sí mismo. Si, no debe olvidar que el productor/consumidor, para ser tal, debe también, y esto es lo mas importante, ser prolífico y homicida. Sin sobre-población no hay producción de masa; sin producción de masa, no hay sobre producción; y sin sobre producción, no hay guerra. El homicidio es meramente el otro lado de la moneda de la proliferación.
B: Entonces la guerra sería el consumo del hombre, incluso antes del consumo de los bienes.
A: Exacto. Ésto ha sido llamado infanticidio retrasado. Pero la guerra es realmente el consumo del hombre, alcanzado por varios medios, desde la bayoneta hasta la bomba atómica. La bayoneta es por supuesto insuficiente para la sobre-población en el mundo moderno y por lo tanto tenemos la bomba atómica. Pero no hay una diferencia substancial entre las dos armas, solamente una diferencia en capacidad consuntiva. Por otra parte, la bomba está ligada a la sobre-población y la sobre-población a la bomba. Lo que estoy tratando de decires que si no hubiera sobre población, no habría bomba atómica. No habría sido inventada, porque no habría necesidad para hacerla. La bomba nace en el momento donde hay cinco, diez millones de habitantes, no antes. Entre sobre-población y la bomba hay un -¿Cómo decirlo?- un tipo de armonía, casi una atracción mutua. Las mas grandes metrópolis del mundo están allí, ofreciendo las mas grandes producciones de hombres que jamás han existido en la historia. Y la bomba está allí también, el unico posible consumidor de tal gigante producción. Parece inevitable que ciertos puntos de producción y consumo se encuentran y juntos, en amor y concordia, resolver sus problemas. Básicamente, la bomba es Maltusiana. Malthus preveía la hambruna como el correctivo a la sobre-población. Pero Malthus estaba pensando en términos de la civilización pre-industrial. El no preveía que un hombre pronto cesaría de ser el centro del universo, ese hombre se convertiría, como hemos dicho, nada mas que una conexión entrela producción y el consumo. Hoy creo que el preferiría estar de acuerdo con esto, como consumidor, la bomba es preferible a la hambruna.
B: Discúlpeme, pero en este punto hay algo que no entiendo. Debería decir entonces que el hombre, en cualquier caso, lucra. El es tan sólo tanto en las civilizaciones humanistas basados en el hombre tal como es y la civilización moderna, basada en la producción y el consumo. Usted acierta cuando dice que si no hubiera lucro no habría producción de masa, y, en consecuencia, el incesante, y obsesivo ciclo de producción y consumo. Pero el hombre siempre ha sido un productor y por lo tanto un consumidor de hombre, incluso cuando el no fuera un productor o un consumidor de mercancías fabricadas en masa.
A: La presión demográfica de el mundo antiguo no era como la del mundo moderno. Ésta desarrolla enteramente un nivel natural, como los animales. Esto era en respuesta a la excepcional producción de hombres que la naturaleza, no el hombre, defendió por misma por el igualmente excepcional consumo, en otras palabras, por hambrunas y epidemias. Y las guerras también fueron una consecuencia, una natural consecuencia, se podría decir, de hambrunas y epidemias. En el mundo moderno, por otro lado, todo se desarrolla a un nivel industrial, incluso la fertilidad del hombre. Me parece que hoy hay una relación cercana entre la presión demográfica, el hecho de que el hombre es un productor de hombres así como también de bienes, y la industria farmacéutica y la organización del hospital. La producción del hombre, sin embargo, no toma lugar tanto en la oscura y ciega intimidad de la cama conyugal como como lo es, después, entre los abrigos blancos de doctores y enfermeras, guardias clínicos y sala de operaciones. Es así que en aquellos lugares, tanto como en las eficientes fabricas en su mecánica perfección, el hombre se convierte en productor de hombres. No en casa en su propia cama. En aquellos lugares, de hecho, esos futuros consumidores y futuros productores son salvados de la muerte que la injusticia y la providente naturaleza ha destinado para ellos. Las clínicas y los hospitales tornan al hombre así como las fábricas tornan los productos enlatados o lo motores de autos.
B: Entonces usted dice que el hombre moderno es ya, fatalmente, ¿solo un productor y un consumidor de bienes y hombres?
A: Sí.
B: ¿Estoy en lo cierto al pensar, en la forma que usted habla, que esto lo hace infeliz?
A: Sí
B: Cuál es la solución que usted propone entonces?
A: Solo puedo ver una solución. Solamente una, de todos modos, depende directamente del hombre.
B: ¿Qué es?
A: La castidad.
B: ¿La castidad? Un poco drástica como solución, ¿no cree?
A: Si, la castidad. La pobreza y la castidad, si usted lo piensa, son las dos condiciones normales del hombre, o por lo menos, ellas deberían ser en el mundo de hoy. Para el mundo de hoy, no veo como el hombre puede cesar de ser un productor-consumidor si no es a través de la pobreza y la castidad.
B: Si he entendido, el hombre pobre no consume y por lo tanto no tiene necesidad de producir. El hombre casto, por su parte, no trae niños al mundo y por lo tanto, en un análisis final, la descarga del contenido específico del consumidor en la civilización, es decir, la necesidad de satisfacer las necesidades de las masas. Sin niños, no hay masas; sin masas, no hay producción y no hay consumo. Bien. Demasiado bien, de hecho.
A: Has entendido lo que quiero decir inmediatamente. Mira, por otro lado, la similaridad entre el proceso que lleva a la sobre-producción y el que lidera a la sobre-población. Substituir la maquina, la madre de las partes de una maquina, a si mismo, de la mecánica de la pareja humana en la cama, se obtiene la producción de masas manufacturada exactamente del mismo modo. ¿Donde está la diferencia? En lo oscuro, por dos personas en un estado de semi-conciencia entre dormir y despertar, un ser humano es concebido. En el mismo momento en miles de fábricas, de manera ensordecedora, la provisión está hecha para la masas fabricante, por el ser que ha sido concebido, los miles de productos que él hará para consumir tan pronto como nazca, como crezca, como se transforme en adulto. Pronto, sin embargo, muy pronto este hombre se convertirá en productor así como en un consumidor. Ha hecho el circulo completo. Deje la producción del hombre ser mas baja que la producción de bienes y tu tienes sobre-producción. Si la situación es al revés tendrás sobre-población. Solamente la castidad puede quebrar el ciclo, elimina la sobre-población y la sobre-producción, con sus ruidosos séquitos de guerra, hambruna, miseria. Solamente la castidad y por supuesto la pobreza.
B: Usted está olvidando algo que la dupla que usted describe con tal injustificada antipatía, ellos estaban haciendo esa divina y oscura cosa que es el acto de amor.
A: ¿porque hablar de amor cuando de hecho es realmente una relación mecánica? El miembro masculino avanza y se retira como un pistón entrando y saliendo del órgano femenino. En cierto grado de excitación provocada por frotamiento, la esperma es descargada y el niño es concebido. ¿Qué tiene que ver esto con el amor?
B: Aquellos se aman el uno al otro. Ellos podrían haberse amado el uno al otro. ¿Qué sabemos sobre eso?
A: El amor no lleva a las relaciones sexuales. Lidera a la castidad.
B: Eso no lo sabía. Es la primera vez que escucho eso.
A:Aquí y ahora, en este mundo, por supuesto. El pasado y el futuro no me conciernen. No me interesan.
B: Explíquese. No entiendo.
A: Aquí y ahora, en el mundo de hoy, el amor y las relaciones sexuales son separadas una de otra. Son opuestas y hostiles. El acto sexual se ha convertido en mera producción. El amor, por otro lado, es amor. Quiero decir, invención, una búsqueda, iluminación, divinización, identificación, imaginación, contemplación. Todo, excepto producción.
B: El acto sexual no es meramente un acto de producción como usted cree y mantiene diciéndolo ad nauseam. Frecuentemente es hecho por un hombre y una mujer para obtener mutuo placer. Ahora, el erotismo no es productivo. Y en algunas instancias, éste incluso puede ser un medio de conocimiento.
A: Ojalá así fuera. Ciertamente esto es arcaico, primitivo, un pasado mágico. Pero hoy no es nada sino una operación productiva, aunque con el producto removido. Quiere decir que hoy el placer del hombre y la mujer no provee para ellos una mirada cognitiva. De hecho, no es fundamentalmente diferente, excepto en apariencia, desde la prostitución, la cual es claramente una forma de consumo.
B: ¡Qué lástima! Habría estado encantado que usted hiciera una excepción para el erotismo con aspiraciones de conocimiento. en cualquier caso, esta castidad, el hombre pobre que usted predice será amenazado por una rápida extinción. Sin producción, no hay consumo, no hay procreación... la humanidad desaparecerá muy rápidamente.
A: No estoy diciendo que la humanidad debe desaparecer, aunque hoy es duro ver alguna razón de porque debería seguir existiendo. Estoy diciendo que debería -Como podría decirlo?- ser desinflado, reducido, pasar desde su presente condición pletórica a una dimensión esencial. Además, una vez alcanzado el borde de la extinción, de la humanidad, gracias al amor mismo haya sido abolido, rápidamente recobrará de nuevo, otras razones para multiplicarse. Las cosas humanas, como las cosas de la naturaleza, no proceden en una progresión continua de causa y efecto, sino en saltos cualitativos. No veo nada impropio en una civilización de sobre-población y sobre-producción siendo seguido la una por la otra.
B: Aquí diría que usted está cayendo en lo ''ya dicho''. Mucho antes que haya propuesto una nueva Edad Media. Al final, todo esto fue un esteticista y decadente revés de la civilización industrial.
A: ¿Porqué mira usted al pasado? No propongo una Edad Media. Simplemente un mundo hecho por hombre y no por fetiches.
B: Pero tecnológicamente, tan importante hoy, no parece llevarnos a este nuevo mundo. Al contrario.
A: La tecnología de hoy conoce las necesidades de la producción y el consumo de la masa. Pero mañana esto podría cambiar su curso; podría conocer las necesidades de escasez, pobreza, grupos humanos apenas prolíficos.
B: ¿Qué? ¿La isla de Prospero en La tempestad, con el sabio mago tecnológico y unos pocos hermosos jovenes y mujeres sin herencia paseandose en playas desiertas, con música celestial, voces misteriosas e impíos espíritus invisibles?
A: No lo sé. Esto ha sido dicho antes: es mejor estar en silencio sobre las cosas que uno no puede hablar.
B: Me parece que hemos ido por un largo camino desde China, el cual fue el punto de partida de esta conversación. La cual, después de todo, es meramente una introducción a un pequeño volumen de la Revolución Cultural China. ¿Entonces que hace China con todo esto? Los chinos son pobres, sí, pero, solo provisionalmente e involuntariamente, como usted ha admitido. Como la castidad, también, ellos ciertamente no son castos, por lo menos en el sentido que usted le da a la palabra, incluso si ellos no son eróticos, ellos dicen haberlo sido una vez. Mas bien, ellos se tienden a multiplicar, tanto que el estado les desalienta de casarse antes de los treinta. ¿Qué vamos a hacer con China? ¿No fue esta la excusa de nuestra conversación?
A: No voy a hacer nada. Yo meramente repito lo que yo he tratado de explicar a usted y a mi mismo la razón por el sentido de alivio que experimenté al ver la pobreza en China. Eso es todo, Si la utopía de China durara para siempre o es temporalmente pasajera, es otra pregunta. Es suficiente para mi que esto ha previsto la excusa para esta particular discusión.
esta entrevista tiene mucha vigencia hoy,el consumismo,el capitalismo,la pobreza cohabitan,con todos los males que ello implica,galopea desbordado el capitalismo salvaje sin contrapeso,pero hay esperanza,siempre hay esperanza como dijo victor jara,la estrella de la esperanza continuara siendo nuestra.la china de antaño prescindia de lo superfluo,todos heran iguales pero felices,ligados con la naturaleza a lo rosseau,tomando lo nesesario,devolviendo lo restante hoy dia el hombre desea volver a los comienzos para volver a ser feliz.
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