miércoles, 3 de diciembre de 2014

El juglar urbano




Así se cantaba en la micro I-11 del recorrido de la calle Las Rejas, que en ese tiempo era famosa por sus cables aéreos, el piso pegajoso y centros comerciales que en sus alrededores estaban cubiertos de vendedores ambulantes. Todos ellos pendientes de los hombres que visten de verde, ya sea en moto o a pie. 

Yo iba ahí. Escuchaba la canción de Sol y Lluvia con tanto ánimo como cuando entré a la Universidad por primera vez. Era un huevón de pelo largo con una polera percudida, desteñida, borrosa y hasta mal oliente. Sin embargo, cantaba con mucho empeño. No tenía muy buena voz, pero como dije el empeño lo compensaba todo.

En la misma micro había un músico que recibía una que otra moneda y llevaba un Ziku en su bolso junto con una Quena. Yo le di 1.000 pesos por recordarme esos tiempos tan divertidos. Alguna vez yo fui también cantante de micros y recorrí diversos caminos por Santiago. Era bastante duro hacer plata de esa manera, pero me gustaba. Paseaba por todo Santiago gratis y más encima me daban más plata, creo que era el trabajo y el pasatiempo perfecto. 

No obstante, había gente que se dedicaba a eso y eso era su vida, es decir, todos los días tenían que salir a cantar porque de lo contrario, no había sustento para la casa. Me tocó conocer a una señora muy simpática que debía cantar siempre. Ella interpretaba a Violeta Parra, pero el cansancio de hacer siempre lo mismo la fatigaba. Imagínese usted... ¿Podría cantar Violeta Parra toda la tarde todos los días sin poder variar? Tal vez usted pueda decir, fácil, solo cambio mi repertorio y estamos listos. Pero no es tan fácil... el ritmo repetitivo de la guitarra y de la acción en sí cansa hasta llegar a la mierda.

No era el caso de éste chico que recién empezaba a cantar en las micros (o por lo menos eso creía) y la energía que tenía llamaba la atención de sus espectadores involuntarios. Nos bajamos de la micro y caminábamos todos hacia la esquina de Las Rejas con La Alameda y pude ver que quería tomar otra micro inmediatamente. No sé si fue mi impertinencia o mi inexplicable curiosidad, pero le detuve y le hablé.

Yo: ¡Señor! -le dije al músico- estuvo muy bien su presentación. Por un momento me recordó cuando yo tenía su edad y cantaba en las micros.

El músico: ¡Gracias! la verdad me gustan esos comentarios de ánimo. A veces son mucho más importantes que la plata.

Yo: ¿En serio? -pregunté incrédulo-

El músico: No, la verdad es que es mejor la plata... ¡ja,ja,ja,ja,ja,ja!

Yo: Ya me lo imaginaba. ¿Le gusta Silvio Rodríguez?

El músico: ¡Pero claro! -dijo alegremente- me sé casi todas las canciones, pero usted sabe que aquí no se puede tocar muy bien debido al motor de la micro que mete mucha bulla y al final no se escucha na'.

Yo: ¿Me va a creer que yo tenía el mismo problema cuando me disponía a cantar? Pero yo de todas maneras las cantaba. Me gustaban tanto que las cantaba con más fuerza. Sepa usted que yo fui a una academia de canto y puedo conservar mi voz intacta.

El músico: Que suerte, yo con cuea canto en la ducha, pero me gusta cantar, no puedo dejar de hacerlo y más aún con la guitarra.

Yo: ¿Y a qué se dedica usted aparte de este noble oficio?

El músico: A este no mas po'. La verdad nunca le pegué al estudio. ¿Y usted?

Yo: Sepa usted que yo estudio Pedagogía en Inglés. Voy en mi cuarto año.

El Músico: ¿Pega de qué?

Al instante supe que era mejor hablar en palabras simples.

Yo: Estudio para ser profesor de Inglés.

El músico: Ah... pa' profe... buena igual po, yo también quería serlo, pero la plata con suerte me alcanza pa' comer y pagar el arriendo.

Yo: Me imagino. ¿Por qué no estudia?

El músico: ¿Pa' que? No, no estoy ni ahí, soy feliz así tocando guitarra en las micros.

Yo: Pero con la plata que tienes quizás te puedes ganar algún beneficio para entrar algún instituto siquiera.

El músico: Nah... mire, yo nací pa' esto, siempre he querido que me paguen por lo que de verdad quiero hacer y de una u otra forma, aquí soy libre. Puedo ir al baño cuando quiera y a donde quiera.

Yo: ¿Pero no quiere usted estudiar tener más plata y quizás comprarse una casa, o tener una familia, o un auto, o por mero interés en el conocimiento? 

El músico: Nah... solo quiero estar aquí po. Este es mi lao, este es mi ambiente. No quiero tener una familia y andar cuidando cabros chicos. No, no pasa na´. 

Desde aquí empecé a comprender la visión de libertad de este hombre. De ser como lo que llamamos nosotros el ''loose cannon''.

Yo: Yo sé que este trabajo parece bastante llamativo y uno puede hacer prácticamente lo que se le antoje... y está bien. Pero también me parece que tarde o temprano madurarás y comprenderás que necesitas capital y elevar tu capital cultural, o en términos más simples, tu conocimiento.

El músico: No pasa nah tio. Mire, yo a veces creo que eso de la madurez es una... -tratando de evitar el garabato prolongó su silencio- cosa que más que exista en así en la pulenta, es una cosa que nos hacen creer que es algo po ¿o no? Porque hay hartas personas que son inmaduras y tienen 40 y tantos años po'. Yo conozco algunas personalmente.

Yo: Ya, está bien. Pero me refiero a que ésto no te va a bastar. Yo conozco gente que hace tu mismo trabajo y lo ha hecho durante años e imploran por tener un trabajo que les den más remuneración.

El músico: Es que yo no quiero eso po tío. Yo quiero ser libre y hacer lo que yo quiera, y lo que yo quiero es hacer esto y quiero hacerlo toda la vida ¿me entiende?

Yo: Tarde o temprano te arrepentirás y querrás mejorar. Yo pasé por lo mismo y me matriculé en la Universidad.

El músico: Mire, no quiero faltarle el respeto, pero a mi me daría lata ser como usted. 

Yo: ¿Por qué?

El músico: Es que mírese po tío. Ute ta aquí parao conmigo con una facha así... formal po. Ute mide sus palabras, habla con cuidado para no equivocarse en nada. Quizás se acostumbró a hablar así, pero yo no podría, yo quiero hablar como yo quiero po tío. Ute se complica mucho. Ute tiene que dar la explicación a todo. Tiene mucho filtro. Ute es como el colador que usaba mi mami pa' los tallarines. Es complejo ute po tío es como una telaraña. 

Yo: ¿Pero es que acaso tiene algo de malo eso? Yo diría que está bien expresarse de una buena forma ¿no crees?

El músico: Es que tío, yo cada vez que veo loco' como ute, yo pienso que se van en la vola' personal. Se complican y hablan enredao como me habló ute en denante. Se tiene que vestir formal así porque si lo viera un alumno, le quedaría la media escoba en la pega po'.

Yo: Claro, pero a mi me gusta vestir así, creo que me veo bien y por supuesto, tengo que mantener una imagen, pues voy a ser profesor.

El músico: Sí, pero va a tener que hacer todo piola po'. Los carretes, la ''cena romántica'', o las vacaciones porque si se encuentra con el alumno en el carrete va a tener atao' en la pega.

Yo: Por una parte sí, pero hay otras cosas que te hacen disfrutar la vida de otra manera, no solo las fiestas.

El músico: Es que yo creo que todo el que se mete en eso, tiene que renunciar a todo po'. Tiene que dejarlo todo pa' ser profe y tiene que dejar la vida ahí porque lo' profe son como lo' martires del sistema po.

Yo: Pero las cosas se están arreglando. No todo es malo el sueldo ya se va a subir.

El músico: No se tío. Yo lo único que sé, es que las instituciones y todas esas... (otro prolongado silencio) nos hacen ma' complicados, creo que nos hacen más tristes. Nos joden la película po'. Yo creo en Dios todopoderoso ¿sabe? y no quiero saer na' de cuestiones que se forman solas o que el mundo nació de una explosión o de una media cagá. Me quiero mantener alejado de todo eso po tío. La educación como le digo, me arruina la película y yo quiero vivir en la película, quiero hacer lo que yo quiero noma' po. Yo toy seguro que si le pregunta a alguien que quiere hacer en la vida, nadie le va a responder ''quiero ser médico'', ''quiero ser profesor'', ''quiero ser ingeniero'' Todos quieren ser estrellas de rock, cantar y bailar. Otros quieren ser escritores tío. Que le apuesto que ute tampoco quiere ser profe. Apuesto que quería ser trovador o algo así.

Yo: O sea... claro podría haber sido algo fantástico. Sin embargo, mi querido amigo, vivimos en sociedad y necesitamos hacer profesiones que sean acordes a nuestras habilidades. Tu si fueras músico aportarías tanto como yo siendo profesor. Me hubiera gustado ser trovador y vivir de eso pero creo que no tengo la técnica. Yo aprendí a tocar la guitarra a los 15 años y ya casi se me olvidó. 

El músico: ¡Pero no ve! no le digo yo que la institución a ute lo envola y lo hace complicado y le hace mah peluas las cosas po. Y que tanto si tenía 15 años, podría haber practicado y practicado, y serlo o serlo a su manera. Nadie hace lo que le gusta todos hacen lo que les dicen y desde ahí creen que les gusta.

Yo: ¿Usted dice que a mi me dijeron que tenía que gustarme?

El músico: ¿Y de qué otra forma po?

Yo: ¿Y las personas que de verdad quieren ser profesores, o médicos o ingenieros?

El músico: Yo no he visto eso... no le puedo decir po'. Yo no me junto con esa gente po'. Yo tengo a mi gente y niuno de ellos les gusta su trabajo po. No puedo hablar de lo que no he visto po.

Yo: Esa respuesta es muy inteligente. Yo si conozco gente con vocación y que quiere de verdad estudiar esas carreras y ayudar a las personas.

El músico: No sé. Ahí tendría que cachar. 

Yo: Pero si quieres te invito para que los conozcamos basta que me des tu número de teléfono o... 

El músico: Na' tío, no pasa na'. Ute y yo tenemos mucha diferencia. Mírese po ute está estudiando pa ser profe de inglés. Ute tiene una percepción de la vida que ya se la hizo po. Yo tengo ésta percepción noma' po. Quizás no es mucho pero es lo que me gusta po. Me gusta ser más simple así son más fáciles las cosas. Si tuviera una polola me tendría que preocupar de ella y eso sería un atao pa mi, pa mi que soy libre po.

Yo: ¿y si te enamoras?

El músico: También creo que esa cuestión está inventa' po. Es como lo que hablábamos en denante po. A ute le hacen pensar que quiere trabajar en eso, como también le hacen pensar que necesita enamorarse.

Yo: ¿Y quién hace eso? 

El músico: Los de arriba po.

Yo: ¿Quienes?

El músico: Esos que quieren que ute haga la cution que ellos quieren que ute haga. Que elija, que le digan que puede elegir po y ute a las finales lo elige po.

Yo: Creo entender lo que usted está diciendo, pero entonces ¿qué debería hacer, según usted?  

El músico: Hacer lo que ute quiere y no lo que ellos quieren que ute elija.

Yo: ¿Yo le sirvo a ellos dice usted?

El música: Mientras más se eduque, sí.

Yo: Me es difícil pensar en eso.

El músico: ¿No ve que le dije? Tenemo' dos percepciones distintas po. Ute no puede pensar en eso porque ute ya está comenzando a ser como ellos po y mientras más éxito y más estudios tenga, va a parecerse más a ellos po. Y a las finales, menos va a entender lo que le digo. Va a llegar a un punto que ute no me va a reconocer en la calle, a menos que yo empiece a educarme.

Yo: ¿Pero qué quieres entonces? ¿Que no me eduque? 

El músico: Ahí tiene que ver ute noma' po. Yo digo que hay algo así como esa... (ídem) que habíamos hablado al principio, algo así como un filtro entre cuarto medio y la entra' a la universidad. 

Yo: Puede que tengas razón. El único consejo que te doy, es que estudies y te propongas una meta, se emprendedor y sal de esto.

El músico: Pucha tío.

De repente se acerca un perro vagabundo hacia nosotros. El músico se agacha, lo toca y le hace cariño y el perro responde moviendo la cola.

El músico: Mire tío, yo soy igual que éste perro, los dos somos libres, vamos al baño donde sea y no tenemos formalidad.

De pronto escuche que algo le decía al perro. Creo que aún puedo recordar lo que le dijo al perro.

El músico: Perrito, ni tu ni yo hablamos inglés, pero nos entendemos perfectamente. 

El músico se para y mira hacia donde está la calle Ecuador. Pasa la micro I-03 y se acerca al paradero.

Yo: ¡Que te vaya muy bien mi buen amigo!

El músico: ¡Gracias tío! ¡Gracias por la charla y las moneas!

Yo: ¡De nada! ¡Oye! pero... ¡¿cómo te llamas?!


El músico: Da lo mismo eso tío, no nos vamos a encontrar a menos que ute vuelva a sus antiguos rumbos y deje de educarse.

Se subió a la micro y junto con él, se va la conversación más controvertida e interesante que he sostenido.




04/12/2014

Gonzalo Díaz P.

domingo, 3 de agosto de 2014

Servicio al cliente

En una dimensión alterna:



Golpean la puerta

Director: Pase.

Santiago: Buenas tarde profesor.

Director: Santiago ¿como estas?

Santiago: Muy bien ¿y usted?

Director: Muy bien también. Siéntate por favor. ¿como te ha ido?

Santiago: Bien profesor. En Lingüística me ha ido muy bien.

Director: ¡Perfecto! Esa asignatura puede ser la más difícil de la carrera.

Santiago: Si, realmente lo es.

Director: ¿Pero te ha ido bien dices?

Santiago: Ah, si por supuesto. Llevo promedio 6,8.

Director: Pero eso es maravilloso, tal vez puedas pasar con muy buenas notas.

Santiago: Eso espero.

Director: Se que lo lograrás. ¿qué te ha traído por mi oficina?

Santiago: Ésto profesor.

Le muestra una prueba de Lingüística 

Director: ¡Un 2,0! ¿Pero que significa esto Santiago?

Santiago: No entendí muy bien la materia y me saqué un 2,0.

Director: Bueno Santiago. Lamento enormemente que me traigas esta noticia. Pensé que estabas bien en Lingüística.

Santiago: No entendí la materia, por eso no tengo buena nota.

Director: Bueno, entonces para otra oportunidad vas a tener que esforzarte mucho más, lo lamento.

Santiago: Profesor... yo quisiera que, a lo mejor, usted pudiera ayudarme con éste problema.

Director: ¿A que te refieres?

Santiago: Yo siempre fui a clases, siempre estuve atento a las clases de la profesora, siempre colaboré en la clase muy callado y participando cuando era necesario. Sin embargo, por más que explicaba la profesora, no pude entender. Me pareció una clase muy rápida, y no pude ocupar mis horas autónomas y encima no pude entender la información que aparecía en Internet. Debido a esto, saqué tan vergonzosa nota.

Director: Ya veo, pero Santiago, nada puede hacerse ahora. La profesora debe poner las notas en el sistema y las clases tienen que seguir. El proceso no se puede detener por un alumno que no estudió y no estamos en época para repetir pruebas. El proceso de aprendizaje debe ser continuo; lea la constitución de nuestra república donde el concepto de la educación corresponde a un proceso continuo y permanente.

Santiago: Yo no estoy pidiendo que me den una segunda oportunidad para rendir la prueba, yo estoy pidiendo entender la materia y si es que se me da otra oportunidad, rendir nuevamente la prueba.

Director: Lamento reiterarte la misma respuesta, Santiago.

Santiago: Pero entonces ¿qué hago con mi proceso de aprendizaje?

Director: ¿Como?

Santiago: Yo necesito cerciorarme que la Universidad me está entregando los medios necesarios para que yo aprenda. Pero esto no se ve reflejado en mi nota.

Director: Si, eso es verdad, una cuota de la responsabilidad en el proceso educativo la tiene la Universidad, pero no solo ella, también la tiene el estudiante y éste debe hacerse responsable. Debiste haberte esforzado más.

Santiago: Yo puse de mi parte, estudié y asistí a clases; sin embargo, obtengo estos resultados.

Director: ¿Hablaste con tu profesora?

Santiago: Sí, pero no me entendió. El estatuto dice que si el/la alumno/a y el/la profesor/a no pueden resolver el problema, tienen que hablar con el/la secretario/a de estudio; si el/la secretario/a de estudio no puede resolver el problema, tiene que hacerlo el/la director/a.

Director: Bien, y si no puedo yo, tendrá que ser el/la secretario/a de facultad y así ¿no?

Santiago: So on and so forth, si, así es.

Director: Mmm... no Santiago, vas a tener que seguir porque no podemos pedir que se retrase el proceso por un alumno que no logró aprender.

Santiago: ¡Pero es injusto! No he aprendido nada y necesito aprender la materia para la próxima prueba. ¡El aprendizaje no puede ser un proceso lineal!

Director: Claro que no lo es, pero eso es lo que quiere la gente. Necesita saber que hay una linealidad, que hay notas, que eres un número; ¡y eso lo piden a gritos!

Santiago: Ya veo que usted se encarga muy bien de eso. Pero entonces ¿qué paso con eso que nos decían en psicología de que la enseñanza tiene que persistir hasta que a todos aprendan?.

Director: Suena como una contradicción, pero el sistema nos obliga a ser así. Así que esas ideas hermosas que tienes del aprendizaje, eso de que no somos un número y la enseñanza debe persistir hasta que el alumno aprenda, guardatelas para cuando el sistema educativo haya cambiado. 

Santiago: A mi me hace mucho sentido que la enseñanza no sea un proceso lineal. Me gustaría que en las clases nos detuviéramos a reflexionar más y no seguir el patrón ''el que entendió, entendió nomas y seguimos.''

Director: A nosotros también, pero tenemos que sobrevivir al sistema primero ¿entiendes?

Santiago: Bien, entonces, si usted necesita seguir un sistema, pues bien, entonces yo también lo seguiré.

Director: Me alegra escuchar eso. Estudia mucho más para la próxima y bueno, yo estaré aquí si necesitas ayuda adicional.

Santiago: Muchas gracias profesor, pero debo insistir en mi alegato.

Director: ¡¿Qué?! Pero ¿porque?

Santiago: No quería recurrir a esto, pero usted me está obligando. Yo aquí profesor, soy un alumno-cliente. 

Director: ¿y que significa eso?

Santiago: Que en esta condición, exijo que haya una solución satisfactoria para mi.

Director: La solución es la que oíste, no hay otra.

Santiago: Pues no me satisface.

Director: Santiago, esto no es una empresa o una compañía de celulares si es eso lo que piensas.

Santiago: ¿Cómo no? Mis padres pagan aquí por una educación supuestamente buena. Se supone que usted debe hacer su trabajo. Las empresas necesitan mantener a sus clientes a gusto porque de otro modo se van. Las Universidades debieran hacerlo también , ya que se está ¡pagando por un servicio!

Director: Sí. Bien tus padres pagan la Universidad, pero en esta institución existen reglas y esas reglas se tienen que cumplir. Si tu tienes una nota mala, debes continuar con la otra prueba y aumentarla con la nota de ésta. Por lo demás, al entrar acá, todos deben aceptar las normas que seguramente nadie lee cuando se matricula. Así que lo siento.

Santiago: ¿Cómo es posible que las reglas de una institución se antepongan al verdadero objetivo del proceso enseñanza/aprendizaje? 

Director: Cumplimos con los objetivos, por lo menos con los del país. Estamos acreditados por 6 años más y tenemos muchos alumnos que tienen puntaje PSU de 600 en adelante.

Santiago: Bien sabe usted que eso no tiene nada que ver con el real proceso de enseñanza/aprendizaje.

Director: Bueno, si no quiere, entonces retírese de esta Universidad y vaya a una en la que le acepten todo eso. 

Santiago: Claro, así como la gente cambia de compañía sin siquiera saber lo que piensa el cliente. Así es como ustedes están; igual que una empresa.

Director: Es lo que se puede resolver de esto Santiago.

Santiago: No me voy a ir de esta empresa, exijo que resuelvan este problema ahora ya.

Director: Me gustaría hablar con tus padres, quisiera saber si ellos piensan que vale la pena pagar tanta plata.

Santiago: Yo aún me pregunto si ese es el precio correcto.

Director: ¿De que?

Santiago: Si los mas de $200.000 corresponden al valor de la enseñanza/aprendizaje, o solo es un valor que solamente quieren los privados imponer.

Director: No seas tan neurótico, el sistema lo impone así, no hay nada que hacer.

Santiago: ¿Pero a que corresponde ese precio? ¿Lo que costea toda la infraestructura a los profesores?

Director: Ese es el precio referencial, es el llamado precio ''socialmente justo''

Santiago: No me parece muy justo, bueno para mucha gente. 

Director: Así es en todas partes Santiago.

Santiago: Pero ¿como compiten ustedes con las otras Universidades?

Director: Vía publicidad. Las Universidades no atraen a sus alumnos por vía de precios ¿o has visto una Universidad que baje sus aranceles para atraer alumnos? No. Las Universidades compiten con nombres de académicos prestigiosos, fotos, comerciales, publicidad en Internet, etc. 

Santiago: Ya veo, entonces en eso se va todo el dinero, ¿no?

Director: Te voy a pedir que te vayas Santiago.

Santiago: Si, voy a denunciar éste hecho, no creo que los superiores de usted puedan ayudarme.

Director: El ministerio de educación no podrá ayudarte Santiago.

Santiago: No, no voy al ministerio de educación, voy a denunciar el mal servicio al SERNAC.


martes, 24 de junio de 2014

Moravia: El libro rojo y la gran muralla china


La revolución China fue un acontecimiento mundial que hizo temblar a todos los países de su alrededor, incluso, a la propia ex-Unión Soviética la cual llevaba muchos años aplicando el sistema socialista en todos sus satélites. En ese período, se comenzaban a entrelazar las distintas ideologías que provenían del mundo marxista y las costumbres del pueblo chino alrededor de los años sesentas.



Quisiera aclarar que éste no es un ensayo propiamente tal, mas bien, es una traducción que hice de un libro que se llama ''Moravia: the red book and the great wall '', su traducción; ''Moravia: el libro rojo y la gran muralla china''. Hice la traducción al español (el libro está en inglés) solamente de la introducción, que de por sí, es tremendamente interesante. Como anécdota, recuerdo haber encontrado éste libro en una pequeña librería cerca del Parque Almagro en San Diego. Estaba comprando libros acompañado de mi padre y lo encontré entre muchos otros que me llamaban la atención, pero algo me incitaba fuertemente a leer éste libro.

Los temas tienen que ver con la situación de China en los años sesenta y cómo se trataba el concepto de pobreza. Un libro como pocos, muy difícil de encontrar y también difícil de comprender, pero que sin dudas, deja mucho en que pensar.





INTRODUCCIÓN


B: Entonces ¿has estado en China?

A: Sí, He estado en China.

B: ¿Qué te impactó mas en China?

A: La pobreza.

B: ¿La pobreza?

A: Sí, la pobreza.

B: ¿Son pobres los chinos? 

A: Por los estándares occidentales, muy pobres.

B: ¿Qué impresión causo a usted esa pobreza?

A: Alivio.

B: ¡Señor! por lo que yo sé, la pobreza significa degradación y frustración. En vez de eso, ¿usted siente alivio? ¿Como puede ser así?

A: Así lo siento. Estoy seguro de eso: no se puede errar sobre lo que se siente. Lo sentí todo el tiempo que estuve en China. Pero usted pregunta por qué yo lo sentí. No había pensado sobre eso. Intentaré pensar sobre eso y luego le daré una respuesta.

B: En el mundo occidental la pobreza no inspira alivio. Por el contrario, inspira un sentido de opresión y voluntad de rebelarse. Mire a los Negros Americanos, por ejemplo, incendiando sus guetos.  

A: En los Estados Unidos hay pobres y hay ricos. Los pobres son pobres porque hay ricos, y los ricos son ricos porque hay pobres. En China solamente hay pobres.

B: Ya veo, todos son pobres en China. Debería haber pensado en eso.

A: Si, todos. Pero llamarlos pobres es inexacto. Se debería llamarlos de otra manera.

B: ¿Por ejemplo?

A: No puedo dar un ejemplo. No existe la palabra todavía para describir a un hombre pobre en sus propios términos, sin compararlo con un hombre rico. 

B: ¿Entonces, China es pobre?

A: Yo lo llamaría pobreza sin riqueza. Es decir, si tu miras de cerca, es la condición normal del hombre.

B: Explíquese.

A: Es muy simple. El hombre nace destituido de todo, desnudo como las bestias en el bosque. En el nacimiento el hombre no es todavía hombre. Para convertirse en uno debe proveerse de las cosas que lo hacen ser un hombre. En otras palabras, en lo que distingue a un hombre de un animal. Y esto es porque el hombre es casi completamente un animal como todos los otros, a tal grado que con frecuencia se puede preguntar si vale la pena convertirse en hombre. Ahora, Es necesario convertir a un hombre dentro de los límites de la pobreza; mas bien, la pobreza en sí misma, nada más y nada menos.
Mas allá de estos límites comienza la riqueza, lo que equivale a decir, lo superfluo.  Pero la pobreza es la condición normal del hombre, porque al riqueza, la cual es superflua, no hace mas a un hombre que la pobreza.

B: Para ser rico entonces, de acuerdo con usted, ¿sería una condición anormal del hombre?

A: Anormal, por lo tanto, inhumana.

B: ¿En que consiste esta inhumanidad?

A: Consiste en atribuir una función expresiva a todo lo que es superfluo.

B: ¿Lo superfluo no es expresivo?

A: Obviamente no. De otra manera, esto no sería superfluo.

B: Cuénteme. ¿Cuando este hombre va más allá de lo necesario, lo que es, lo humano, y entra en lo superfluo, lo que quiere decir, lo inhumano?

A: Miremos a China nuevamente. Los chinos , juzgando de lo que uno puede ver en las calles, poseen lo necesario, pero no lo superfluo, por lo menos ahora. Ellos son pobres, como ya lo he dicho. Nadie podría dudar que su humanidad está completa, pero carece de algo que podría ser obtenido a través de la riqueza, lo que quiere decir, superfluo. Yo estuve en China 30 años. En ese entonces habían chinos pobres quienes tenían apenas lo suficiente y chinos ricos quienes vivieron en lo superfluo. Los primeros fueron degradados y los últimos fueron inhumanos. Tan pronto como los ricos y su superfluidad desapareció, el pobre de repente se convirtió en humano otra vez, aunque ellos continuaron teniendo lo apenas suficiente.

B: Sigue habiendo allí algo alegre y vital sobre la abundancia. Lo que llamas ''necesario'' puede ser humano, no estoy diciendo que no lo es. Pero es triste.

A: No hay abundancia en el mundo moderno. Lo que hay es producción, lo cual no es alegre o vital.

B: ¿Cual es la diferencia entre abundancia y producción?

A: Abundancia es un regalo de la naturaleza que no cuesta trabajo, dinero, o tiempo. No está dirigido al consumo, sino a la imaginación. Producción, al contrario de abundancia, cuesta trabajo, tiempo y dinero, y por lo tanto nunca es abundante. Es simplemente repetitivo, lo cual quiere decir, que consiste en la multiplicación de un solo producto de gran consumo.

B: Puede ser, pero tiene que admitir que los chinos, si usted fuera a contarles a ellos que su pobreza es la condición normal del hombre, podrían protestar. Probablemente la mayoría de los chinos quieren ser menos pobres -dentro de los limites y medios del comunismo, por supuesto- incluso ricos.

A: Puedes estar en lo cierto. Pero estoy hablando de la China como es ahora, formulando la riesgosa hipótesis que no tendrá cambio. En otras palabras, para mi China hoy es una utopía que ha sido alcanzada, quizás involuntariamente, quizás oportunamente, no hay diferencia. Esta es alcanzada y la tomo como un ejemplo en mi argumento. Luego, quizás, China se convertirá en un país como todos los otros incluyendo los países comunistas de la persuasión soviética, en los cuales hay pobres porque hay ricos y viceversa. Pero por ahora, hoy, China es un país pobre sin gente rica, quiere decir, un país en el cual la pobreza es sinónimo de normalidad.

B: Ya veo, entonces la producción y el consumo más allá de lo necesario son inhumanos. ¿Pero quien decide que es lo necesario para el hombre y quien no?

A: El mismo hombre, En otras palabras, el sentido común.

B: Han habido períodos en la historia donde para ser hombre se tenía que, sobre todo, poseer y mostrar lo superfluo. El renacimiento, por ejemplo. ¿Que dice con respecto a eso?

A: Yo digo que los períodos en la historia no me interesan en lo absoluto, ni la historia en general. Lo que me interesa es el presente.

B: Vamos a hablar del presente, entonces. Repito: ¿Quien decide donde lo necesario, o lo humano y normal, termina, y donde lo superfluo, o inhumano y anormal , comienza?

A: Ya se lo he dicho. Sentido común.

B: Usted tiene mucha confianza en el sentido común.

A: Si, yo creo en el sentido común de la gente común. La cual, hasta donde las cosas de este mundo son interesantes, no es como una pregunta de inteligencia como lo es -¿como puedo decirlo?- una pregunta de hambre y falta de apetito, o diversión y aburrimiento, o deseo y gratificación y así sucesivamente. Los días de la gente común, se crean con el sentido común, van a aburrirse de ser inhumanos o, más bien, de ser continuamente deshumanizados por la riqueza. Entonces, se desharán de esta, incluso si los filósofos o fabricantes de lo superfluo les dijeran que ellos están mal.

B: ¿Cómo el sentido común actúa encarando a al riqueza? Quiero decir, como el sentido común logra deshacerse de la riqueza?

A: Encarando a la riqueza, el sentido común actuará de alguna manera automáticamente. Habiendo alcanzado la cima de la inhumanidad, el hombre querrá ,y se convertirá en pobre.

B: ¿Automáticamente? Los automatismos de los hombres son en realidad largos, tortuosos, difíciles y costosos procesos.

A: Esté será un proceso humano. El hombre es lento.

B: ¿Y que hará el hombre para convertirse en pobre de nuevo, después de haber sido rico?

A: Él no lo hará.

B: ¿Que significa eso?

A: Significa que él no consumirá, y consecuentemente no producirá, mas que lo necesario.

B: Pero el hombre desea producir y desea consumir.

A: ¿Que hombre?

B: El hombre. El hombre en general.

A: No sé nada sobre el hombre en general. El hombre de hoy, si -como tu dices, el desea producir y consumir. Pero el hombre del mañana podría ser completamente diferente.

B: Vamos a lo concreto. Vamos a hablar sobre la riqueza y la pobreza actual, la que se puede ver en el mundo de hoy. ¿Donde esta la mayor pobreza humana hoy?

A: En China, en mi opinión. En China, ahora, en este momento. No hay certeza de que China desee o pueda transformarse en una realidad duradera como la utopía que temporalmente representa hoy. En otras palabras, no hay certeza de que mañana China esté como hoy. Para que las utopías sean realidades, estas deben durar.

B: Ahora cuénteme, ¿donde está la mayor riqueza inhumana hoy?

A: Hoy, en occidente, en mi opinión.

B: Vamos a poner las cosas en orden. Primero que todo, vamos a hablar sobre China. Supongamos que la utopía de la pobreza, como usted la llama, se vuelve permanente, para usar sus palabras, se convierte en una realidad permanente. ¿Como China logrará éste resultado?

A: Ellos simplemente deben continuar con lo que están haciendo.

B: Pero usted sabe muy bien que los chinos deben transformar China de un país campesino a un país industrial. Entonces su pobreza no es nada mas que el resultado normal de inversión del capital requerido para completar la revolución industrial.

A: Lo sé. Los chinos están haciendo hoy lo que los rusos hicieron cuarenta años atrás y el occidente un siglo atrás.

B: Ahora supongamos que la revolución industrial es alcanzada, los margenes de beneficios son acumulados, y que las inversiones se continuamente menos necesarias. ¿Que harán los chinos entonces con este capital que continuamente se irá acumulando? Ellos tendrán que incrementar el salario y crear industria ligera y consumir bienes, de este modo los salarios pueden ser utilizados. Y ahí tiene usted, China será un país como cualquier otro; se volverá rico.

A: Sí, eso es cierto. Pero olvidas que estábamos hablando de utopía. Hay una utopía en China o, más bien, hay un intento de transformar la utopía en historia. La utopía obviamente lidera a las soluciones utópicas.

B: Realmente tengo curiosidad por saber que soluciones utópicas podría encontrar China para permanecer pobre incluso siendo rica.

A: Primero que todo, la utopía debe volverse consciente. Una vez que esta consciencia haya sido creada, la solución será crear riqueza haciéndola pecaminosa, culpable, criminal.

B: La cristiandad trató hacerlo, sin alcanzar resultados alentadores.

A: Sin embargo, la cristiandad logro por unos pocos siglos exaltar la pobreza como un estado ideal. Incluso hoy esto sería un logro considerable. Usted debe recodar que yo no estoy hablando en términos absolutos sino relativos, sin ir fuera del espacio y tiempo pero en relación al tiempo y el mundo en el cual estamos viviendo. Debo admitir que la marca de el fracaso es claramente evidente en el adjetivo ''ideal'', el cual se define la condición propuesta por la cristiandad. No, esta vez, esto no será suficiente para avanzar en la pobreza como estado ideal. En vez de eso, esta debe convertirse en única, real, como un estado normal del hombre.

B: Y ahora ¿como pasará todo eso?

A: La primera vez en su muy corta historia, la humanidad tendrá la oportunidad de ser totalmente rica, para disfrutar todo lo que es superfluo. No solo una parte pero esta vez toda la humanidad sabrá que es ser rico. De este modo, cuando toda la humanidad haya probado la inhumanidad de la riqueza, ésta deseará ser pobre.

B: Aceptemos eso por el momento, aunque al menos ahora, dos tercios de la humanidad no solo están lejos de ser ricos, sino que son ellos tan pobres que no tienen lo suficiente ni para comer. Pero vamos a aceptarlo. La riqueza será considerada pecaminosa, culpable , criminal. Pero habrá riqueza en las tesorerías estatales. ¿Que pasará entonces?

A: Lo he pensado. ¿Alguna vez ha escuchado sobre los faraones?

B: ¿Que tienen que ver los faraones?

A: ¿Alguna vez se ha preguntado por que las pirámides son tan grandes, toman mucho tiempo, mucho trabajo y mucho dinero?

B: Cuénteme, ¿porqué?

A: Porque, en mi opinión, fue necesario que el hombre no tenga sino lo esencial. Todo lo demas era destruido. La pirámide en tiempos de paz es lo que la guerra es en tiempos de guerra. Algo que sirve para destruir la riqueza y mantener al hombre pobre.

B: ¿Pero donde están nuestras ''pirámides''?

A: Nuestras pirámides son proyectos científicos para la conquista de Marte o Venus o la luna, para viajar a través del espacio cósmico. Estos proyectos científicos, a causa de sus gastos desmesurado, el vasto numero de hombres que emplea, y la enorme fatiga que aquello involucra, son el exacto equivalente a las pirámides. Ademas, la pirámide no fue un absurdo capricho de una teocracia déspota. Era el punto central, el centro de una civilización completa. De la misma manera que nuestros vuelos interplanetarios lo son ahora.

B: Pero los Estados Unidos, para tomar un ejemplo, hacen guerra y al mismo tiempo tienen sus pirámides, quiero decir, sus proyectos para la conquista interplanetaria, y aún así es rico.

A: Los Estados Unidos son ''provisionalmente'' ricos, como China es ''provisionalmente'' pobre. Y como to usaba a China como ejemplo de pobreza, quiere decir, normal y humano, humanitario, entonces yo uso a los Estados Unidos como ejemplo de pobreza, quiere decir, anormal e inhumano.

B: ¿Los Estados Unidos o el occidente en general?

A: Los Estados Unidos como un típico país occidental. En realidad occidente.

B: ¿No piensa usted que el occidente siempre será rico?

A: Ciertamente no. De hecho, esta haciendo todo lo que se necesita para ser pobre. Vamos a poner el futuro aparte. Tomemos el presente. Veamos porque la riqueza es inhumana y anormal.

B: Hagamoslo.

A: Tome cualquier individuo que quiera convertirse en rico por inventar algo nuevo y absolutamente superfluo. Por ejemplo, un zapato que toca una melodía a cada paso cuando se camina. ¿Qué hará el inventor de un zapato como éste, fabricándolo en serie y venderlo al público en general?

B: No lo sé. Publicidad, me imagino.

A: Correcto, publicidad. En otras palabras, el crea una demanda por un zapato musical, una demanda, apropósito, que no existe hasta que el zapato es puesto a la venta. Ningún fabricante, sin embargo, va a decir; ''Estoy vendiendo algo que usted no necesita.'' El siempre dirá: ''Estoy vendiendo algo que usted no puede hacer sin esto.'' Ahora, esta transformación de lo superfluo a lo necesario, es el proceso que crea al así llamado consumidor.

B: Hay consumidores por todos lados. Incluso un chino, cuando compra un par de pantalones, es un consumidor.

A: No, el no es un consumidor. El es un hombre que compra una prenda que es necesaria, acorde a la idea de que él tiene una prenda para cubrir su piernas, su barriga y así sucesivamente.

B: ¿Que es lo que trata de decir?

A: Lo que estoy diciendo es que el consumidor es un intestino.Es decir, una criatura similar a aquellos simples organismos que tienen solo una boca, intestinos y ano. Estos organismos no hacen nada mas que ingerir, digerir y descargar.

B: Pero el consumidor chino de los pantalones es también un intestino, por lo menos en lo que la producción de pantalones concierne.

A: Hay una diferencia. El consumidor es un intestino no simplemente porque consume, sino porque esta convencido, como aquellos imples organismos, que su función es consumir. El chino, pobre compañero, compra sus pantalones, de lo contrario, a fin de no estar desnudo. El consumidor esta listo para cualquier tipo de consumo de la misma manera que el gusano esta listo para cualquier tipo de tierra que pase a través de su tubo digestivo.

B: ¿Y eso es un consumidor? ¿un gusano?

A: Si la palabra ''intestino'' y ''gusano'' le molestan, por cualquier connotación moralista que ellos parezcan tener, digamos que el consumidor es meramente una conexión perdida entre la producción y el consumo. Una conexión humana, nada mas que una conexión. De igual manera, el productor es la conexión entre el consumo y la producción. El productor y el consumidor entonces representan una extremidad delantera y la otra posterior del mismo gusano.

B: Productor y consumidor, ¿nada más? ¿No un doctor, un artista, un trabajador, un campesino? ¿Nada sino un productor y consumidor?

A: Las palabras ''producción'' y ''consumo'' cubren todos los productos y su venta, incluso lo mas cultivado y extravagante.

B: De este modo ¿el hombre occidental piensa nada mas sino producir y consumir?

A: Eso es.

B: ¿Y él no piensa en sí mismo?

A: Este ''yo''del que hablas no existe. O más bien solamente existe en períodos alterados de producción y consumo. Pero, fundamentalmente, es el consumo lo que caracteriza al consumidor (no existe un productor que no consuma, de otra manera el moriría de hambruna; pero el consumidor que no produce existe -¡y como existe!-  en todos los países, sea capitalista o comunista), digamos queel fin de la civilización moderna es el consumo, quiere decir, excremento.

B: ¿Excremento?

A: Excremento, en otras palabras, la descarga del cuerpo de todo lo que permanece después de la digestión. Se consume todo lo que se pueda y en las mas grandes variedades: el ideal del consumir es el consumo y se esfuerza por llevar a cabo su ideal. Pero el resultado final es excremento. La civilización del consumo es excremental. La cantidad de excremento descargado por el consumidor es en realidad la mejor prueba de que el consumidor ha consumido

B: Bien. Es una metáfora, y en dudosa también. Queda por ver si esta puede extenderse mas allá de su significado literal. Hay otras cosas aparte de la comida en este mundo.

A: La metáfora es igualmente valida para todo lo que no es propiamente alimento sino también para todo lo que es consumido. Sobre todo, es valida para la producción industrial en general.

B: ¿Y como es eso?

A: En las ciudades modernas la producción y el consumo, es decir, el alimento industrial y su excremento residual, están siempre en una proximidad cercana, como las casas modernas la cocina siempre está al lado de el baño. Vaya afuera del centro de la ciudades. Usted verá las fábricas con sus grandes cobertizos y sus altos hornos donde los bienes son producidos. Y no lejos de las fábricas el desolado terreno donde los restos y deshechos son arrojados. La ciudad ha consumido el producto, lo digiere, y defeca el resto.

B: No hay una producción industrial en una ciudad moderna. Hay muchas cosas; cultura, por ejemplo.

A: Ciertamente hay cultura. Librerías, puestos de periódicos, películas, televisión, radio. Condensación de libros, revistas ilustradas, libros de bolsillo, enciclopedias, antologías, traducciones,. Pero esta cultura consumida es consumida de la misma manera que el producto industrial lo es. Es ingerida, digerida y descargada en una inmensa cantidad de banalidad excremencial. Los omnívoros consumidores de cultura no son nutridos por la cultura. Ellos consumen y dejan, en un sentido cultural, perpetuamente sobre nutrido. El consumo cultural no produce nada, sino excremento cultural, nada más.

B: Pero no cree usted que todo esto... ¿Como podría decirlo? ¿un poco esquemático?

A: Ciertamente lo es. Pero asi es el mundo moderno de la producción y el consumo. Detras de una aparente variedad se esconde una sola idea, o más bien, un solo motivo.

B: ¿Cual es ese? ¿La idea de lucrar?

A: No, no es la idea de lucrar. Es algo diferente. Una nueva, o más bien, un nuevo motivo que no existía antes.

B: Esta despertando mi curiosidad. ¿Que es?

A: En una circulación muy rápida de dinero que acompaña al ciclo de producción y consumo, lucrar es secundario: no es mas grande que un fin sino solamente un medio de asegurar continuidad al ciclo. No no es el lucro el origen de la maquina excremental de la industria consumidora, sino algo más.

B: ¿Qué?

A: Es difícil de definir. Se podría llamar una voluntad de potencia. En realidad, estaría mas cerca de la verdad llamarlo miedo a la impotencia. ¿Que es potencia en una civilización industrial? Es la facultad productiva, quiere decir, fundamentalmente una imitación de la naturaleza. La naturaleza es potente en la medida como la produce incesantemente y sin límites; el hombre natural es potente en la medida que él es prolífico. Así la potencia en la civilización de producción y consumo consistirá, por supuesto, en producir tanto como sea posible. En este sentido el proceso productivo toma precedencia sobre el proceso de consumo. Es evidente, sin embargo, que sin consumo no podría estar la producción.

B: ¿Que significa esto? ¿Que la civilización industrial esta compitiendo con la naturaleza?

A: Si, eso es exactamente lo que estoy diciendo. El miedo de la impotencia y la satisfacción de potencia que lleva a un fabricante de autos producir grandes números de autos últimamente comparte el mismo impulso creativo ciego que cada año hace la sardina poniendo millones de huevos, eso es traer al mundo millones de potenciales sardinas. Afortunadamente los huevos son consumidos por otros pescados, quienes, sucesivamente, ponen millones de huevos para el consumo de otros pescados y así. La civilización industrial es una copia exacta de esta incesante proceso productivo de la naturaleza. Y, naturalmente, este intenta obtenerlo fuera de tiempo, fuera de la medida de la vida humana, por una alternación perpetua de producción y consumo, el cual es básicamente el equivalente a la eternidad natural. Pero hay una diferencia entre industria y eternidad natural.

B: ¿Cuál es la diferencia?

A: La naturaleza no sabe lo hacen con ella y quizás por esa razón lo hace muy bien. La civilización industrial, sin embargo, tiene un momento, solamente un momento, de conciencia, y eso es suficiente para hacer perder su carrera con la naturaleza.

B: ¿Y cual es ese momento de conciencia?

A: Ese momento cuando el hombre, la indispensable conexión entre la producción y el consumo, se ve a sí mismo, En otras palabras, se contempla. Y rehúsa la eternidad que la industria le ofrece. Se ve a si mismo... y se da cuenta de eso, si bien es correcto que la naturaleza debe producir y consumir por toda la eternidad, la humanidad no es obligada a producir o consumir sin limites pero más bien a expresarse a si misma dentro de los limites, limites establecidos por si mismo en un espacio y tiempo.

B: ¿Esta es la diferencia entre naturaleza y humanidad? Uno produce y consume, y el otro se expresa a sí mismo?

A: Si así es como pienso que es.

B: ¿Pero no puede esa auto-expresión ser alcanzada simplemente por producción y consumo y nada más?

A: Ya hemos dicho que la civilización industrial es excremental, y su fin debe ser el excremento. Ahora ¿Qué hace el hombre cuando defeca? ¿Se expresa a sí mismo, quizás.?

B: No, yo no debería decir eso. El se alivia a sí mismo, en todo caso.

A: Bien, el se alivia a si mismo. Es decir, el se hace a sí mismo para consumir nuevamente. Éste alivio es el acto de la defecación. Pero está también el hombre que produce y consume demasiado, el que tiene indigestión. En ese caso, tenemos un purgativo. Guerra , en otras palabras. En la producción, el ciclo de consumo de guerra parece indispensable e inevitable para aliviar la constipación periódica de una sociedad de consumo y producción. Durante una guerra, de hecho, el consumidor pacífico es remplazado por el soldado, cuyo consumo es excepcionalmente intenso, vasto, rápido, y variado. Mucho es lo consumido en tiempos de guerra en un año. Finalmente, el soldado, no satisfecho con consumir bienes y riqueza, consume vidas humanas, primero aquellos que son enemigos y luego a sí mismo. Si, no debe olvidar que el productor/consumidor, para ser tal, debe también, y esto es lo mas importante, ser prolífico y homicida. Sin sobre-población no hay producción de masa; sin producción de masa, no hay sobre producción; y sin sobre producción, no hay guerra. El homicidio es meramente el otro lado de la moneda de la proliferación.

B: Entonces la guerra sería el consumo del hombre, incluso antes del consumo de los bienes.

A: Exacto. Ésto ha sido llamado infanticidio retrasado. Pero la guerra es realmente el consumo del hombre, alcanzado por varios medios, desde la bayoneta hasta la bomba atómica. La bayoneta es por supuesto insuficiente para la sobre-población en el mundo moderno y por lo tanto tenemos la bomba atómica. Pero no hay una diferencia substancial entre las dos armas, solamente una diferencia en capacidad consuntiva. Por otra parte, la bomba está ligada a la sobre-población y la sobre-población a la bomba. Lo que estoy tratando de decires que si no hubiera sobre población, no habría bomba atómica. No habría sido inventada, porque no habría necesidad para hacerla. La bomba nace en el momento donde hay cinco, diez millones de habitantes, no antes. Entre sobre-población y la bomba hay un -¿Cómo decirlo?- un tipo de armonía, casi una atracción mutua. Las mas grandes metrópolis del mundo están allí, ofreciendo las mas grandes producciones de hombres que jamás han existido en la historia. Y la bomba está allí también, el unico posible consumidor de tal gigante producción. Parece inevitable que ciertos puntos de producción y consumo se encuentran  y juntos, en amor y concordia, resolver sus problemas. Básicamente, la bomba es Maltusiana. Malthus preveía la hambruna como el correctivo a la sobre-población. Pero Malthus estaba pensando en términos de la civilización pre-industrial. El no preveía que un hombre pronto cesaría de ser el centro del universo, ese hombre se convertiría, como hemos dicho, nada mas que una conexión entrela producción y el consumo. Hoy creo que el preferiría estar de acuerdo con esto, como consumidor, la bomba es preferible a la hambruna.

B: Discúlpeme, pero en este punto hay algo que no entiendo. Debería decir entonces que el hombre, en cualquier caso, lucra. El es tan sólo tanto en las civilizaciones humanistas basados ​​en el hombre tal como es y la civilización moderna, basada en la producción y el consumo. Usted acierta cuando dice que si no hubiera lucro no habría producción de masa, y, en consecuencia, el incesante, y obsesivo ciclo de producción y consumo.  Pero el hombre siempre ha sido un productor y por lo tanto un consumidor de hombre, incluso cuando el no fuera un productor o un consumidor de mercancías fabricadas en masa.

A: La presión demográfica de el mundo antiguo no era como la del mundo moderno. Ésta desarrolla enteramente un nivel natural, como los animales. Esto era en respuesta a la excepcional producción de hombres que la naturaleza, no el hombre, defendió por misma por el igualmente excepcional consumo, en otras palabras, por hambrunas y epidemias. Y las guerras también fueron una consecuencia, una natural consecuencia, se podría decir, de hambrunas y epidemias. En el mundo moderno, por otro lado, todo se desarrolla a un nivel industrial, incluso la fertilidad del hombre. Me parece que hoy hay una relación cercana entre la presión demográfica, el hecho de que el hombre es un productor de hombres así como también de bienes, y la industria farmacéutica y la organización del hospital. La producción del hombre, sin embargo, no toma lugar tanto en la oscura y ciega intimidad de la cama conyugal como como lo es, después, entre los abrigos blancos de doctores y enfermeras, guardias clínicos y sala de operaciones. Es así que en aquellos lugares, tanto como en las eficientes fabricas en su mecánica perfección, el hombre se convierte en productor de hombres. No en casa en su propia cama. En aquellos lugares, de hecho, esos futuros consumidores y futuros productores son salvados de la muerte que la injusticia y la providente naturaleza ha destinado para ellos. Las clínicas y los hospitales tornan al hombre así como las fábricas tornan los productos enlatados o lo motores de autos.

B: Entonces usted dice que el hombre moderno es ya, fatalmente, ¿solo un productor y un consumidor de bienes y hombres?

A: Sí.

B: ¿Estoy en lo cierto al pensar, en la forma que usted habla, que esto lo hace infeliz?

A: Sí

B: Cuál es la solución que usted propone entonces?

A: Solo puedo ver una solución. Solamente una, de todos modos, depende directamente del hombre.

B: ¿Qué es?

A: La castidad.

B: ¿La castidad? Un poco drástica como solución, ¿no cree?

A: Si, la castidad. La pobreza y la castidad, si usted lo piensa, son las dos condiciones normales del hombre, o por lo menos, ellas deberían ser en el mundo de hoy. Para el mundo de hoy, no veo como el hombre puede cesar de ser un productor-consumidor si no es a través de la pobreza y la castidad.

B: Si he entendido, el hombre pobre no consume y por lo tanto no tiene necesidad de producir. El hombre casto, por su parte, no trae niños al mundo y por lo tanto, en un análisis final, la descarga del contenido específico del consumidor en la civilización, es decir, la necesidad de satisfacer las necesidades de las masas. Sin niños, no hay masas; sin masas, no hay producción y no hay consumo. Bien. Demasiado bien, de hecho.

A: Has entendido lo que quiero decir inmediatamente. Mira, por otro lado, la similaridad entre el proceso que lleva a la sobre-producción y el que lidera a la sobre-población. Substituir la maquina, la madre de las partes de una maquina, a si mismo, de la mecánica de la pareja humana en la cama, se obtiene la producción de masas manufacturada exactamente del mismo modo. ¿Donde está la diferencia? En lo oscuro, por dos personas en un estado de semi-conciencia entre dormir y despertar, un ser humano es concebido. En el mismo momento en miles de fábricas, de manera ensordecedora, la provisión está hecha para la masas fabricante, por el ser que ha sido concebido, los miles de productos que él hará para consumir tan pronto como nazca, como crezca, como se transforme en adulto. Pronto, sin embargo, muy pronto este hombre se convertirá en productor así como en un consumidor. Ha hecho el circulo completo. Deje la producción del hombre ser mas baja que la producción de bienes y tu tienes sobre-producción. Si la situación es al revés tendrás sobre-población. Solamente la castidad puede quebrar el ciclo, elimina la sobre-población y la sobre-producción, con sus ruidosos séquitos de guerra, hambruna, miseria. Solamente la castidad y por supuesto la pobreza.

B: Usted está olvidando algo que la dupla que usted describe con tal injustificada antipatía, ellos estaban haciendo esa divina y oscura cosa que es el acto de amor.

A: ¿porque hablar de amor cuando de hecho es realmente una relación mecánica? El miembro masculino avanza y se retira como un pistón entrando y saliendo del órgano femenino. En cierto grado de excitación provocada por frotamiento, la esperma es descargada y el niño es concebido. ¿Qué tiene que ver esto con el amor?

B: Aquellos se aman el uno al otro. Ellos podrían haberse amado el uno al otro. ¿Qué sabemos sobre eso?

A: El amor no lleva a las relaciones sexuales. Lidera a la castidad.

B: Eso no lo sabía. Es la primera vez que escucho eso.

A:Aquí y ahora, en este mundo, por supuesto. El pasado y el futuro no me conciernen. No me interesan.

B: Explíquese. No entiendo.

A: Aquí y ahora, en el mundo de hoy, el amor y las relaciones sexuales son separadas una de otra. Son opuestas y hostiles. El acto sexual se ha convertido en mera producción. El amor, por otro lado, es amor. Quiero decir, invención, una búsqueda, iluminación, divinización, identificación, imaginación, contemplación. Todo, excepto producción.

B: El acto sexual no es meramente un acto de producción como usted cree y mantiene diciéndolo ad nauseam. Frecuentemente es hecho por un hombre y una mujer para obtener mutuo placer. Ahora, el erotismo no es productivo. Y en algunas instancias, éste incluso puede ser un medio de conocimiento.

A: Ojalá así fuera. Ciertamente esto es arcaico, primitivo, un pasado mágico. Pero hoy no es nada sino una operación productiva, aunque con el producto removido. Quiere decir que hoy el placer del hombre y la mujer no provee para ellos una mirada cognitiva. De hecho, no es fundamentalmente diferente, excepto en apariencia, desde la prostitución, la cual es claramente una forma de consumo.

B: ¡Qué lástima! Habría estado encantado que usted hiciera una excepción para el erotismo con aspiraciones de conocimiento. en cualquier caso, esta castidad, el hombre pobre que usted predice será amenazado por una rápida extinción. Sin producción, no hay consumo, no hay procreación... la humanidad desaparecerá muy rápidamente.

A: No estoy diciendo que la humanidad debe desaparecer, aunque hoy es duro ver alguna razón de porque debería seguir existiendo. Estoy diciendo que debería -Como podría decirlo?- ser desinflado, reducido, pasar desde su presente condición pletórica a una dimensión esencial. Además, una vez alcanzado el borde de la extinción, de la humanidad, gracias al amor mismo haya sido abolido, rápidamente recobrará de nuevo, otras razones para multiplicarse. Las cosas humanas, como las cosas de la naturaleza, no proceden en una progresión continua de causa y efecto, sino en saltos cualitativos. No veo nada impropio en una civilización de sobre-población y sobre-producción siendo seguido la una por la otra.

B: Aquí diría que usted está cayendo en lo ''ya dicho''. Mucho antes que haya propuesto una nueva Edad Media. Al final, todo esto fue un esteticista y decadente revés de la civilización industrial.

A: ¿Porqué mira usted al pasado? No propongo una Edad Media. Simplemente un mundo hecho por hombre y no por fetiches.

B: Pero tecnológicamente, tan importante hoy, no parece llevarnos a este nuevo mundo. Al contrario.

A: La tecnología de hoy conoce las necesidades de la producción y el consumo de la masa. Pero mañana esto podría cambiar su curso; podría conocer las necesidades de escasez, pobreza, grupos humanos apenas prolíficos.

B: ¿Qué? ¿La isla de Prospero en La tempestad, con el sabio mago tecnológico y unos pocos hermosos jovenes y mujeres sin herencia paseandose en playas desiertas, con música celestial, voces misteriosas e impíos espíritus invisibles?

A: No lo sé. Esto ha sido dicho antes: es mejor estar en silencio sobre las cosas que uno no puede hablar.

B: Me parece que hemos ido por un largo camino desde China, el cual fue el punto de partida de esta conversación. La cual, después de todo, es meramente una introducción a un pequeño volumen de la Revolución Cultural China. ¿Entonces que hace China con todo esto? Los chinos son pobres, sí, pero, solo provisionalmente e involuntariamente, como usted ha admitido. Como la castidad, también, ellos ciertamente no son castos, por lo menos en el sentido que usted le da a la palabra, incluso si ellos no son eróticos, ellos dicen haberlo sido una vez. Mas bien, ellos se tienden a multiplicar, tanto que el estado les desalienta de casarse antes de los treinta. ¿Qué vamos a hacer con China? ¿No fue esta la excusa de nuestra conversación?

A: No voy a hacer nada. Yo meramente repito lo que yo  he tratado de explicar a usted y a mi mismo la razón por el sentido de alivio que experimenté al ver la pobreza en China. Eso es todo, Si la utopía de China durara para siempre o es temporalmente pasajera, es otra pregunta. Es suficiente para mi que esto ha previsto la excusa para esta particular discusión.